· Mario Zamora pidió escuchar al secretario de Economía, quien señaló que México requiere de más inversión privada en materia de energía, porque el Estado no tiene los recursos para ampliar el uso de energía renovable.
· Jericó Abramo sostuvo que la reforma no habla del saneamiento financiero de Pemex ni de CFE, y carece de una explicación de cómo transitar a un modelo de energía sustentable y limpia.
· Los legisladores priistas adelantaron el voto en contra del dictamen ya que un cambio de nombre no es la solución.
Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI, que encabeza el coordinador Rubén Moreira Valdez, aseguraron que la reforma en materia de áreas y empresas estratégicas afectará a todos los mexicanos, a los más pobres, porque puede resultar más costosa y menos eficiente, especialmente, para los industriales que requieren de energía para traer inversiones y generar empleos.
Al posicionar a nombre de la bancada del PRI, el diputado Mario Zamora Gastélum exhortó a los legisladores del partido oficialista a escuchar al secretario de Economía Marcelo Ebrard, quien señaló que México requiere de más inversión privada en materia de energía, porque el Estado no tiene los recursos suficientes para ampliar el uso de energía renovable, resolver problemas de suministro y distribución de electricidad.
Expuso que se requieren 28 mil millones de pesos que hoy no cuenta con ellos la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y no estarán en el presupuesto del próximo año. Solo como ejemplo de que las cosas no están bien, citó que entre enero y junio de este año, la CFE tuvo una pérdida de casi 75 mil millones de pesos, lo que representa un retroceso de 162 mil millones de pesos respecto al año anterior.
El legislador indicó que, además, la reforma violenta los principios constitucionales en materia de derechos humanos, la no retroactividad de la ley y la prohibición de monopolios, por lo que advirtió aprobarlo generaría contradicciones entre disposiciones nuevas y las ya establecidas constitucionalmente.
Zamora Gastélum sostuvo el PRI quiere que le vaya bien a México y que las cosas salgan bien. “Nadie quiere los apagones, pensemos en el pueblo de México y votemos en contra de esta iniciativa, porque el país necesita una política energética que combine soberanía con competitividad, que piense en los mexicanos, como lo está haciendo este PRI congruente”, enfatizó.
En su intervención, el diputado Jericó Abramo Masso adelantó el voto en contra del PRI al dictamen, porque aseveró que un cambio de nombre no es la solución, en cambio se tiene que involucrar a los expertos, así como considerar inversión pública y privada para generar tarifas competitivas en el sector industrial, que permitan seguir creciendo en materia de infraestructura y capacidad instalada y para los usuarios.
Afirmó que en la reforma no se habla del saneamiento financiero, ni de Pemex, ni de CFE; tampoco se habla de cómo resolver el problema de la generación y la distribución eléctrica para garantizar el servicio y carece de una explicación de cómo generar las condiciones para transitar a un modelo de energía sustentable y limpia.
El congresista anticipó que esto no vislumbra tarifas más competitivas y económicas tanto al sector residencial, a los usuarios, ni al sector industrial. Expuso que la deuda del 31 de diciembre del 2018 de la CFE, es decir, del gobierno de Peña Nieto, era de 17 mil 548 millones de dólares, ahora la deuda que deja el gobierno de López Obrador, es de 21 mil millones de dólares, 18 por ciento más en la paraestatal, con un crecimiento en inversión no mayor al cuatro por ciento.
El legislador coahuilense puntualizó queda claro que se tiene una Comisión cada vez menos rentable, mal operativamente, endeudándose y a la baja su nivel de utilidades, porque al día de hoy la generación de electricidad es menor al 12 por ciento, en comparación con el 2018. Por ello, llamó a la reflexión para poder modificar la iniciativa, que no haya monopolios y permita la competencia para fortalecer el desarrollo económico de México.
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